24 septiembre 2006

Alatriste - Crítica


"No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente. Se llamaba Diego Alatriste y Tenorio, y había luchado como soldado en los tercios viejos en las guerras de Flandes…" Así comienza el primero de los cinco libros que componen la saga escrita por Arturo Pérez Reverte.

Los cineastas han encontrado en los textos de este autor material interesante para convertir en película…Territorio comanche, El club Dumas, La tabla de Flandes,… Ahora, ha sido Agustín Díaz Yanes quien se ha embarcado en la ardua tarea de llevar a la pantalla grande al Capitán Alatriste y a toda la Corte del Imperio español en el siglo XVII.

De sobras es sabido que en muy pocas ocasiones la película supera la calidad de la narrativa literaria… ¿es posible condensar cinco libros en 140 minutos de metraje? Díaz Yanes lo ha logrado con la producción más cara en la historia del cine español. Y, como toda superproducción llamada a convertirse en el acontecimiento de la temporada, no deja indiferente a nadie: posee amantes y detractores…no existe término medio.

A mi parecer, no tiene nada que envidiar a las que vienen del otro lado del charco (entiéndase territorio hollywoodiense ). Están cuidados todos los detalles, desde la ambientación hasta el vestuario, pero si por algo destaca es, sin duda, por su excelente reparto.

No podían haber encontrado mejor Alatriste que Viggo Mortensen; sin embargo, queda eclipsado por las interpretaciones de actores como Javier Cámara, Unax Ugalde o Eduard Fernández,…si tuviese que elegir uno, me quedo con el Quevedo encarnado por Juan Echanove.

¿Amante o detractor? Tienes que verla para saber en qué bando te encuentras. Alatriste aguarda en las salas de cine.

ANA MORENO

13 septiembre 2006

Glenn se reune con Gilda

Hace tiempo que no me dejo caer por aquí, pero no ha sido por voluntad propia (doy mi palabra).

En estos días, varias cosas me han pasado por la mente sobre las que me gustaría escribir, e intentaré hacerlo, pero una en concreto merece el primer lugar… ¿Cómo no hablar de Glenn Ford cuando escribes en un blog llamado el Guante de Gilda?

Pocos son ya los actores que quedan del legendario y mítico Hollywood…Glenn Ford era uno de ellos…el pasado 30 de agosto decidió que su luz había brillado durante muchos años y era hora de reunirse con las estrellas que habitaron su firmamento.

Fue el Sargento Bannion, honesto y sencillo, en Los Sobornados de Fritz Lang, compró manzanas a Bette Davis en Un gángster para un milagro, y Superman no pudo tener mejor padre adoptivo en la Tierra.

Protagonizó decenas de westerns, y dicen que nadie desenfundaba con tanta rapidez como lo hacía él. Lo llamaban “el vaquero de ojos tristes”…aunque esa tristeza más bien parecía dulzura.

Pero Glenn Ford será recordado, sin duda, por ser el hombre que abofeteó a Gilda.

En la página de Sonia Blanco leí algo muy bello: “Se dice que siempre estuvo enamorado de Rita Hayworth. Que, en los últimos años de la actriz, vivían en casas contiguas comunicadas por el jardín, y que cada mañana le llevaba el desayuno junto a una rosa”.

Quizá tan solo sea una hermosa leyenda…sin embargo, en el Festival de San Sebastián de 1987, en el que recibió el Premio Donostia a toda su trayectoria, vivió la proyección de la película entre continuos sollozos, y ante la aparición de Rita, Glenn Ford lanzó un largo y entrecortado quejido, y fue a refugiarse en las cortinas del palco, donde siguió llorando.

Ya sea leyenda, ya sea realidad, a sus 90 años se ha reunido nuevamente con su amada y odiada Gilda.

Ana Moreno