13 septiembre 2006

Glenn se reune con Gilda

Hace tiempo que no me dejo caer por aquí, pero no ha sido por voluntad propia (doy mi palabra).

En estos días, varias cosas me han pasado por la mente sobre las que me gustaría escribir, e intentaré hacerlo, pero una en concreto merece el primer lugar… ¿Cómo no hablar de Glenn Ford cuando escribes en un blog llamado el Guante de Gilda?

Pocos son ya los actores que quedan del legendario y mítico Hollywood…Glenn Ford era uno de ellos…el pasado 30 de agosto decidió que su luz había brillado durante muchos años y era hora de reunirse con las estrellas que habitaron su firmamento.

Fue el Sargento Bannion, honesto y sencillo, en Los Sobornados de Fritz Lang, compró manzanas a Bette Davis en Un gángster para un milagro, y Superman no pudo tener mejor padre adoptivo en la Tierra.

Protagonizó decenas de westerns, y dicen que nadie desenfundaba con tanta rapidez como lo hacía él. Lo llamaban “el vaquero de ojos tristes”…aunque esa tristeza más bien parecía dulzura.

Pero Glenn Ford será recordado, sin duda, por ser el hombre que abofeteó a Gilda.

En la página de Sonia Blanco leí algo muy bello: “Se dice que siempre estuvo enamorado de Rita Hayworth. Que, en los últimos años de la actriz, vivían en casas contiguas comunicadas por el jardín, y que cada mañana le llevaba el desayuno junto a una rosa”.

Quizá tan solo sea una hermosa leyenda…sin embargo, en el Festival de San Sebastián de 1987, en el que recibió el Premio Donostia a toda su trayectoria, vivió la proyección de la película entre continuos sollozos, y ante la aparición de Rita, Glenn Ford lanzó un largo y entrecortado quejido, y fue a refugiarse en las cortinas del palco, donde siguió llorando.

Ya sea leyenda, ya sea realidad, a sus 90 años se ha reunido nuevamente con su amada y odiada Gilda.

Ana Moreno

3 comentarios:

Sr elixis dijo...

Desde luego hoy hay grandes estrellas del cine, pero ninguna tienen la clase y el glamour que tenían las de aquella epoca. Era la epoca dorada y creativa del cine, un cine original y magico. Esas estrellas si tenia luz propia.

Anónimo dijo...

Desde luego las vidas de Rita y Glenn, tanto monta,monta tanto, siempre irán ligadas de alguna manera. Como bien dices, esa escena ya forma parte del imaginario colectivo, aunque no deja de tratarse de un acto de mal trato. No obstante, al cine glamouroso al que se refiere el Sr.Elixis, se le perdona todo. El guantazo de Glenn Ford a Rita Hayworth ya es leyenda. Creo que ambos siguen protagonizando alguna otra escena en algún lugar.
José Antonio

Anónimo dijo...

Sin lugar a dudas, cada vez quedan menos estrellas en la tierra y debemos mirar al cielo para recordar el significado de esa palabra. No es estrella quién más dinero gana, ni quién peor trata a los seguidores, ni quién hace buenas películas. Ser una estrella del cine es algo más. No me preguntes qué exactamente, simplemente se sabe. Glenn Ford sin duda tenía algo, no era un tipo guapo, pero la mayoría de los hombres podían identificarse con alguno de sus personajes y las mujeres sabían que sería el vecino o marido perfecto (bueno pero con carácter). Como dice Jose Antonio en su comentario, su bofetada a Gilda es mítica y queda en el imaginario popular. ¿Qué se trata de un acto de maltrato? Sí, pero si intentamos modificar todas las películas para que sean politicamente correctas ese imaginario se quedaría en un suspiro.
Volviendo a Glenn, me quedo con su padre de superman, atrapado bajo el coche, con cara de perplejidad mientras un niño pequeño lo rescataba.
Es un placer leer tu blog.
Yolanda